miércoles, 3 de octubre de 2012

CAMINO DEL ROCÍO: VILLAMANRIQUE


Cuando uno nace en un pueblo como es mi caso, Villamanrique de la Condesa, donde ya desde la cuna, o como dice una frase muy manriqueña “la masa de la sangre” viene condicionada, de alguna u otra manera, a algo históricamente tan nuestro, tan vinculado a la forma de ser del manriqueño como es el Rocío.

 Difícilmente puede uno dejar pasar por alto tal circunstancia y, sea por lo que sea, (cada uno encuentra motivos más que suficientes como para tener que dar públicas explicaciones), hay veces en las que uno se “entrega” por llamarlo de alguna manera, a esta llamada de la sangre y, sin darse cuenta, se deja llevar por ese inconsciente histórico que sin duda está programado en algún lugar de nuestro cromosoma, y se adentra en algo tan maravilloso y reconfortante como puede llegar a ser hacer el CAMINO DEL ROCÍO.

Al cabo de mucho tiempo he tenido la oportunidad y la suerte de poder hacer andado este camino, que por lo menos para mí significa historia, memoria, también añoranza, claro que sí, pues mucho ha cambiado la historia desde que nuestros primeros antepasados tuvieron la oportunidad de andar por aquí y de ser los primeros en contemplar y de disfrutar, a la manera de antaño, tan hermosos parajes que hoy nosotros hemos heredado.

Dos veces en este año 2012 he tenido la oportunidad de entregarme a esta, para mí aventura,: marzo y julio.

La experiencia, única y que recomiendo para todos los que quieran fundirse durante unos kilómetros con la naturaleza, con el medio ambiente, con el campo… y para aquellos que busquen un poco más, claro que si, con la fe de cada uno, con  dejarse llevar por los pensamientos, recuerdos, vivencias y momentos de encontrarse con uno mismo que no dejaran indiferente a nadie…. momentos únicos y para quienes, sin pensarlo, son capaces de sentir.

Os dejo algunas fotografías de tan bonitos momentos que espero sirvan para abrir vuestra curiosidad y animaros a tan bonita experiencia.






Os lo recomiendo.